viernes 20 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

Charles Chaplin, el mimo que hizo reír y llorar al mundo

CIUDAD DE MÉXICO. Reconocido como el mimo más popular del cine mudo y uno de los artistas más geniales del Séptimo Arte, ámbito en el que destacó también como productor, guionista, director y hasta compositor de bandas sonoras, este 16 de abril se cumplen 130 años del nacimiento del británico Charles Chaplin. A cargo de…
Por Crónica Digital MX
abril 16, 2019

CIUDAD DE MÉXICO.

Reconocido como el mimo más popular del cine mudo y uno de los artistas más geniales del Séptimo Arte, ámbito en el que destacó también como productor, guionista, director y hasta compositor de bandas sonoras, este 16 de abril se cumplen 130 años del nacimiento del británico Charles Chaplin.

A cargo de más de 100 películas de metrajes diversos, entre las que destacan “El gran dictador”, “Luces de la ciudad”, “Tiempos modernos” y “La quimera del oro”, con 43 años de diferencia recibió dos premios Oscar honoríficos: en 1928, por el genio mostrado al realizar “El circo” y en 1972, por su contribución al Séptimo Arte.

Charles Spencer Chaplin nació en 1889 en Walworth, uno de los barrios más pobres de Londres, en el seno de una familia de artistas de variedades, por lo que desde niño actuó en musicales y pantomimas, sin imaginar que alcanzaría la fama con sus filmes mudos y pasaría a formar parte de la historia del cine.

En 1910, viajó a Estados Unidos en una gira con la compañía para la que trabajaba y dos años después se estableció en ese país de manera definitiva.

Apareció por primera vez en la pantalla grande en 1913, en cintas de los Estudios Keystone fundados por Mack Sennett, considerado entonces como “el rey de la comedia”; pero fue en la película “Carreras de autos para niños” o “Carreras sofocantes”, de 1914, cuando interpretó por primera vez el papel del vagabundo “Charlot”.

“Habían construido un decorado para la película ‘Aventuras extraordinarias de Mabel’, dirigida y actuada por Mabel Normand, y me dijeron apresuradamente que me pusiera algo gracioso”, recordaría después Chaplin sobre el origen de “Charlot”.

“Fui al armario y tomé un par de pantalones flojos, un abrigo ajustado, un pequeño sombrero bombín y un par de grandes zapatos. Quería que la ropa fuera una mezcla de contradicciones, sabiendo que la figura destacaría vivamente en la pantalla. Para añadir un toque cómico, me puse un pequeño mostacho que no ocultaría mi expresión”, relató.

Este personaje trascendió en la historia mundial del cine, al protagonizar más de 70 producciones. La creación del pequeño vagabundo, convertido en un símbolo universal de la individualidad indestructible, triunfante contra la adversidad y la persecución tanto humana como mecánica, dio a Chaplin fama mundial como comediante y actor dramático.

El artista perfeccionó un estilo personal de interpretación, derivado del payaso de circo y del mimo, combinando la elegancia acrobática, la expresividad del gesto y la elocuencia facial, con un sentido del ritmo impecable.

A Chaplin también le gustaba escribir y de esta actividad surgieron dos libros: “Mi autobiografía”, que editó en 1964, y “Mi vida en el cine”, publicada en 1975.

Pero no todo fue gloria para el realizador, ya que a finales de la década de los años 40 y principios de los 50 sufrió la persecución del “McCarthismo” o “caza de brujas” por su pensamiento político de izquierda, lo cual lo obligó a abandonar Estados Unidos en 1952 y establecerse en Suiza.

En 1954 recibió el Premio Internacional de la Paz, otorgado por el Consejo Mundial, y en 1971 fue nombrado comandante de la Legión de Honor francesa.

La salud del actor comenzó a resultar afectada; aunque sufrió asma desde niño, a mediados de la década de 1960 comenzó con problemas más serios hasta que fue diagnosticado con demencia senil, una enfermedad degenerativa que le causó diversas complicaciones visuales, motoras y de comunicación.

Chaplin, quien en 1975 recibió el nombramiento de “sir” (caballero) de manos de la reina Isabel II, en alguna ocasión expresó: “Yo no soy un político; creo en la libertad. Esa es toda mi política”. Murió el 24 de diciembre de 1977, en Corsier-Sur-Vevey, Suiza.

Fuentes: Notimex y Posta