viernes 20 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

Estudio científico determinará si el pez diablo es apto para consumo humano

Por: Isaac MOLINA ZAPATA. TAMPICO, Tamaulipas. El pez diablo que devasta el sistema lagunario del norte de Veracruz y sur de Tamaulipas, podrá ser comercializado y consumido por los pobladores, adelantó Raúl Ruiz Villegas, secretario de Pesca y Acuacultura en la entidad. El comportamiento del Hypostomus plecostomus “exterminador” de las especies endémicas que se convirtió…
Por Crónica Digital MX
noviembre 6, 2018

Por: Isaac MOLINA ZAPATA.

TAMPICO, Tamaulipas.

El pez diablo que devasta el sistema lagunario del norte de Veracruz y sur de Tamaulipas, podrá ser comercializado y consumido por los pobladores, adelantó Raúl Ruiz Villegas, secretario de Pesca y Acuacultura en la entidad.

El comportamiento del Hypostomus plecostomus “exterminador” de las especies endémicas que se convirtió en una amenaza para la economía de los pescadores, está siendo evaluado a través de un estudio científico de “Distribución y Abundancia” que se encuentra ya en un 70 por ciento, informó el funcionario estatal que ocupa el cargo desde octubre de 2016 cuando estalló la epidemia de esta especie invasora procedente del Amazonas.

“Nos encontramos con esta especie invasora, conocimos la problemática y en abril del año pasado comenzamos con el estudio científico para encontrar la forma en cómo va a ser subsanado y aprovechado para beneficio de los tamaulipecos”, relató Ruiz Villegas, encargado de Pesca y Acuacultura del Gobierno de Tamaulipas que encabeza Francisco Javier García Cabeza de Vaca.

Debido a la demanda de las familias pescadoras de Altamira, Madero y Tampico en Tamaulipas, la dependencia estatal comenzó hace siete meses el proceso de investigación y según los primeros resultados arrojaron que respecto a los niveles de metales pesados como Mercurio, Cadmio y Plomo están por debajo del 0.5 del máximo permitido por la NOM-242-SSA1-2009, siendo esto una noticia prometedora para la salud y el desarrollo económico de Tamaulipas.

“Al 70 por ciento del avance en el estudio, los resultados hasta ahora obtenidos abren un abanico de posibilidades en beneficio de los tamaulipecos; si la tendencia de los resultados se mantiene hasta el mes de abril que concluimos el análisis, el pez diablo podrá ser considerado como un ingrediente más en el cuadro de alimentación familiar al poder ser un producto de consumo humano; sobre todo por su alto contenido de colágeno sirve para fortalecer la industria cosmética nacional, y según se considere conveniente, sus altos niveles proteicos podrían convertirlo en complemento para crianza de animales de granja”, subrayó Raúl Ruiz Villegas, quien reconoció la importante colaboración de los biólogos de la Secretaría y de la Universidad Tecnológica del Mar de Tamaulipas (UTMART).

El funcionario estatal subrayó que los resultados finales y definitivos del estudio científico serán conocidos en el primer semestre de 2019, por lo que no descartó que puedan ser reversibles los avances hasta hoy externados; sin embargo, las noticias por ahora son alentadoras y agregó que en la siguiente etapa de la evaluación del pecos o pez diablo que se realiza en las lagunas de Champayán y Chairel, se tendrán resultados muy claros sobre el comportamiento del pez en cuanto a su distribución y abundancia.

“A través del estudio nos dimos cuenta que en primavera-verano aumenta la presencia y actividad de nuestra especie invasora, ese es uno de los primeros resultados en la etapa “distribución y abundancia”, en la cual seguimos viendo que viene disminuyendo la existencia y actividad en el otoño, entonces la distribución del animal no está en todo el cuerpo de agua, su actividad importante por ejemplo es en las paredes del vaso lacustre”, aclaró Ruiz Villegas.

Contrario a otras entidades de México, como Tabasco donde la chef Lupita Vidal del restaurante La Cevichería, prepara platillos hechos a base del pez diablo y capacita a los artesanos a elaborar comidas con esta especie, en Tamaulipas los pescadores y la sociedad le tienen miedo y más autoridades apenas están estudiando sus niveles de contaminantes y distribución.