CIUDAD DE MÉXICO.

No han  bastado 10 órdenes de aprehensión y tres solicitudes de extradición enviadas al Gobierno de Estados Unidos contra César Duarte para que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) lo eche de sus filas.

Y es que a 18 meses de presentada la solicitud de expulsión contra el exgobernador de Chihuahua, en el tricolor aún no han actuado en su contra, lo cual no tienen nada contento a Armando Barajas, consejero político de esa fuerza política.

Fue él quien en julio de 2016 solicitó la expulsión ante la Comisión Nacional de Justicia Partidaria de Duarte, quien podría estar en Estados Unidos, y quien es acusado de utilizar recursos públicos para comprar un banco.

Recientemente también se le señaló de triangular fondos federales para financiar las campañas electorales del PRI. Cuando Barajas solicitó la expulsión, presentó en el expediente las 17 denuncias que entonces había interpuesto la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por presuntas irregularidades cometidas en su Administración.

No obstante, “pareciera que en el caso de César Duarte hay preferencias. La Comisión de Justicia no está haciendo su trabajo, pero, como partido, no podemos caer en el cinismo”, dijo el priista, declaraciones que retoma Reforma.

De acuerdo con Javier Lozano, vocero de la campaña del precandidato presidencial del PRI, José Antonio Meade, la polémica del caso Chihuahua no ha generado que se afecte la imagen de extitular de Hacienda.

Y es así que Duarte aún aparece en la lista de afiliación del PRI, registrado como militante del distrito 9 y del municipio de Hidalgo de Parral, de donde es originario.