viernes 20 de septiembre de 2024, Ciudad Victoria, Tamaulipas

Tears For Fears: Trump encarna lo mismo que Thatcher en los 80’s

MADRID. La célebre banda de new wave y pop de sintetizadores Tears For Fearsque en los años 80 ya cantó sobre este "loco mundo" y la obsesión por el poder, regresa con un "grandes éxitos" en el que reivindican la vigencia de unas letras en las que abordaron las grandes cuestiones y males de la humanidad. Juntos atienden…
Por Crónica Digital MX
noviembre 9, 2017
MADRID.

La célebre banda de new wave y pop de sintetizadores Tears For Fearsque en los años 80 ya cantó sobre este “loco mundo” y la obsesión por el poder, regresa con un “grandes éxitos” en el que reivindican la vigencia de unas letras en las que abordaron las grandes cuestiones y males de la humanidad.

Juntos atienden vía telefónica para hablar de Rule The World: Greatest Hits (Universal Music), un nuevo recopilatorio para su producción, a la que añade dos temas inéditos: I Love You But I’m Lost Stay.

“La idea —explicó Orzábal— era reintroducir la música de Tears For Fears en Reino Unido y en Europa”, donde sus huellas han perdido algo de profundidad en los últimos años, desde que esta banda británica mudó su base de operaciones a Los Ángeles y focalizaran en EU su radio de acción.

Fundada en 1981 en la localidad inglesa de Bath, Tears For Fears lanzó dos primeros sencillos de escasa repercusión antes de dar la campanada con Mad world, un tema que, según cuentan, fue concebido originalmente como una “cara B” que un ávido empleado de su discográfica supo darle mayor relevancia.

A aquel éxito que alcanzó el número 3 en las listas británicas y que se incluyó en su álbum de debut, The Hurting (1983), le seguirían otros hits como “Everybody wants to rule the world“, Shout o la feminista Woman in chains.

“No temíamos hablar de nuestra emociones más íntimas, como tampoco nos daba miedo tratar las grandes cuestiones de la humanidad, con unas letras cargadas de significado. Eso nos diferenciaba de muchas bandas de la época”, consideró Orzábal.

En efecto, en medio de la eclosión de grupos en coordenadas estilísticas similares, como Duran Duran, Spandau Ballet o Supertramp, Tears For Fears se caracterizó por cargar sus temas de connotaciones políticas y psicológicas (su nombre, de hecho, procede del libro de psicoterapia Prisioneros del Dolor, de Arthur Janov).

Musicalmente, sus primeros álbumes están muy ligados a la memoria sonora de los años 80 y al tirón de los sintetizadores, lo que en opinión de sus autores no les ha restado credibilidad a día de hoy.

“Es cierto que aquellas canciones están muy vinculadas con una década concreta, pero creo que han trascendido el tiempo, en parte porque en estos años ha habido suficientes interpretaciones de otros artistas que las han traído al presente”, afirmaron, tras poner como ejemplo la versión de Lorde de “Everybody wants to rule the world”.