ARGENTINA.
Ricardo Darín, primer sudamericano en lograr un premio Donostia, el máximo reconocimiento del Festival de Cine de San Sebastián, consideró el galardón “un gran honor, inesperado por otra parte, porque uno nunca espera que te venga de los más cercanos”.
“Es como recibir un reconocimiento de la familia”, máxime cuando él, aún hoy, no se fía de sí mismo.
“Aún no sé qué pienso de mí mismo, siempre he sospechado y aún sospecho de mí”, bromeó el actor en una entrevista realizada horas antes de recibir el Donostia en el Kursaal, el centro neurálgico del festival.
Darín (Buenos Aires, 1957) dice que se abruma al “navegar” por la lista de nombres que tienen el Donostia, como Bette Davis, Gregory Peck, Hopkins… “y De Niro”, resalta antes de añadir riendo: “Creo que me echarían por impostor”.
“Te emocionan los gestos de la gente más próxima porque a veces por la cotidianeidad no nos damos tanta importancia, somos más proclives a admirar y elogiar a quien está más lejos, siento esa cercanía y por eso es una doble emoción”, agrega.