TEGUCIGALPA.

Al menos cuatro personas murieron y otras 25 resultaron heridas el domingo, cuando miles de aficionados intentaron ingresar violentamente al Estadio Nacional en la capital de Honduras para presenciar la final entre los equipos Motagua y Honduras Progreso por el título del torneo Clausura.

El vocero Miguel Osorio dijo que entre las víctimas figura un bebé que estaba en el vientre de su madre, la que resultó gravemente golpeada.

Previo al partido, la policía desalojó a la multitud de las afueras del estadio de Tegucigalpa con gases lacrimógenos, “lo que provocó una estampida de aficionados”, señaló Osorio.

Multitud enardecida

Unos 600 agentes policiales enfrentaron dificultades para controlar a miles de aficionados enardecidos que intentaron entrar por la fuerza a presenciar el partido. Debieron desalojarlos con chorros de agua y gases.

Motagua se impuso 3-0 en el partido para coronarse campeón.

En un mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente de Motagua, Eduardo Atala, escribió que “no hay nada que celebrar con lo que pasó afuera del estadio”.

Boletos falsificados

Las autoridades iniciarán en breve una investigación sobre la venta de entradas falsas.

El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Julián Hernández, dijo a periodistas que la causa de la tragedia ha sido la masiva aglomeración de aficionados que con boleto comprado quería entrar a ver el partido a pocos minutos de que iniciara, cuando el Estadio Nacional ya estaba completamente lleno.

Añadió que se investigará la denuncia hecha por el club Motagua sobre una falsificación de boletos, lo que habría sido la causa de la avalancha.

La venta de boletos falsos habría hecho que muchos aficionados ocuparan “espacios que no les correspondían y por ende dejando a otros fuera del recinto”, indicó el club capitalino, que ganó su decimoquinto campeonato y el segundo de manera consecutiva.