CIUDAD MANTE.
Poniendo el corazón por delante, luchando a brazo partido, un puñado de valientes chaparritos se imponen a contendientes de mas altura aunque dentro de la categoría Sub 17, y con un curriculum de triunfadores en varios eventos nacionales, Club Deportivo Mante derrota a Furia Azul de Ciudad Victoria, el marcador 2 goles a 1, el escenario el Estadio Zaragoza, en donde aficionados casi se vuelven locos al ver a sus Cañeritos coronándose campeones del Torneo Estatal, y ganándose el derecho de representar a Tamaulipas en el campeonato Nacional que tendrá como Sede el Estado de Querétaro.
La verdad es que da gusto ver a unos chiquillos, valientes deportistas y con futuro en el futbol, peleando palmo a palmo la victoria, sobre todo cuando su condición física ya se veía mermada desde por la mañana cuando pasan sobre Mineros de Reynosa que habían ganado en el Grupo “C” el derecho de disputar las semifinales, ganaron sí, los Azucareros primer lugar del Grupo”, pero era notorio que estaban cansados.
Todavía por la tarde al disputar la Gran Final, en el primer tiempo se notaba que Furia Azul estaba menos mermado, ambos conjuntos ya había jugado 4 partidos en 2 días y para el desencanto de los aficionados Cañeros los Victorenses estrenan el marcador en el segundo tiempo, al ganarle la salida al portero y poner el balón en las redes Johan Barrón, fue un cubetazo de agua fría para jugadores, directivos y aficionados de El Mante.
Sin embargo los Cañeritos jamás bajan los brazos, al contrario pelean con todo, no se arredran ante la mayor estatura de los rivales, lanzan metralla contra la potería enemiga, y en una de esas jugadas Furia Azul comete falta y le marcan penalti, el que con sangre fría y valentía indómita Hugo Hernández empata el marcador, luego cuando parecía que habría tiempos extras, los mantenses se van sobre la meta rival, en el maremágnum Oliver García sale con el balón en los pies y coloca el esférico en la mallas para el gol del triunfo.
Fue la apoteosis, sonaban los tambores, las matracas, las porras arengadas por la Porra del Club Deportivo Mante, otro ejemplo de pundonor y deportivismo, siempre están en las buenas y en las malas con sus cachorros, que en esta ocasión se convierten en verdaderos Tigres.
