NUEVO LAREDO

Este miércoles en la franja fronteriza de Tamaulipas la violencia se recrudeció y derivado a ello se registró la muerte de tres elementos de las fuerzas especiales de Sedena así como dos presuntos sicarios en hechos ocurridos en el municipio de Nuevo Laredo y Matamoros, respectivamente.

Aunque ninguna autoridad hasta el momento a emitido un informe sobre lo ocurrido, con informes recabados y fundamentados en gráficas se estableció que en el
caso de Nuevo Laredo, los elementos murieron en una persecución.

Los hechos ocurrieron a eso de las 10:00 horas cuando un grupo del quinto batallón de fuerzas especiales andaban en un operativo de vigilancia en la colonia Madero.

Los oficiales detectaron una camioneta a la que le marcaron el alto pero sus tripulantes aceleraron para escapar de ellos.

Aparentemente se hizo intercambio de balas.

Una unidad militar perdió el control, presuntamente al clavarse en un neumático una objeto conocido como “ponchallantas”.

El incidente se registró en la avenida Paseo Colón con Luis Donado Colosio.

La camioneta se salió del camino para dar de volteretas y quedar en posición normal.

Presuntamente al momento perecieron tres elementos militares mientras que otros tres salieron con heridas de gravedad.

El tráfico fue paralizado por los oficiales en lo que fue la avenida Colosio ya que en dicha arteria bajó un helicóptero Bell-02-12 para poder llevar al hospital a los oficiales heridos.

El nosocomio donde ingresaron fue fuertemente resguardado.

Sobre lo acontecido se solicitó una mayor información a la Procuraduría General de Justicia del Estado, sin embargo, funcionarios revelaron no tener dato alguno sobre lo acontecido.

El segundo caso ocurrió a eso de las 13:00 horas en la ciudad de Matamoros donde dos presuntos civiles armados murieron abatidos mientras que un elemento de Fuerza Tamaulipas salió herido al recibir un impacto de bala en el ojo izquierdo.

En un comunicado emitido por Coordinación Tamaulipas, los hechos se desarrollaron en la colonia México cuando elementos de la Policía Estatal detectaron una camioneta pickup Ford SE color gris, de reciente modelo.

Los tripulantes evadieron varios vehículos con el fin de escapar, por lo que se hizo un intercambio de fuego cruzado.

Fue en esos momentos en que un agente estatal identificado como Luis Rojas recibió un impacto de bala en el ojo izquierdo.

El oficial fue auxiliado y llevado al hospital General donde los médicos reportaron que el infortunado agente había perdido el globo ocular.

En tanto, otro grupo de policías resguardaron el hotel donde se encuentran hospedados ante la sospecha de un ataque armado.

Los demás integrantes del grupo criminal se dieron a la tarea de hacer narcobloqueos en avenidas principales de Matamoros, ello para evitar que la Sedena y Semar acudieran al apoyo a los policías.

Los elementos militares tuvieron que darse a la tarea de remover camiones urbanos, tráileres y otros vehículos de fuerza pesada.

Durante el enfriamiento finalmente los tripulantes de la camioneta murieron, presuntamente al recibir ráfagas desde el aire. Lo anterior, se debe a las gráficas tomadas en el sitio pues varios impactos estaban sobre el capacete de la camioneta.

Según Coordinación ahí quedaron sin vida dos civiles, uno de ellos fue identificado como Juan Jorge Luis “N” mientras que el otro se encuentra en calidad de desconocido.

Los oficiales aseguraron también en la caja de la camioneta hallaron un chaleco antibalas, dos cascos, una fornitura y dos cargadores para arma corta.

En tanto uno de los ahora occisos traía un R15, además de una maleta en la que había un fusil AK47, tirantes con portacargadores, un arma corta y cargadores para R15.

Una Unidad General de Investigación de la PGJE acudió a tomar conocimiento de los cadáveres en tanto personal de la PGR se presentó para hacer una carpeta en cuanto a lo que refiere el armamento.